¿Cómo y cuándo comenzaste con el handball?
Empecé a jugar a los 8 años en el Instituto Goethe, con Ricardo Echeverría de entrenador y desde el comienzo jugué en el arco. Soy el más chico de 4 hijos, y mis 2 hermanos mayores jugaban en el Club Polvorines, donde luego jugaría yo también.
¿Ser arquero para algunos es una locura. Qué te impulsó a serlo?
Teniendo 2 hermanos mayores que no eran arqueros ninguno de ellos, entonces imaginate que en casa jugaban un "picadito" de fútbol 1 contra 1, por ser el más chico iba al arco. Recibía pelotazos de nenes más grandes (mis hermanos) y cuando comencé jugar handball fui directo al arco, porque me gustaba el puesto.
Si tenés que definir el puesto, ¿qué decís?
Es un puesto con mucha responsabilidad, porque es el que más acciones puntuales recibe durante el partido. Los jugadores lanzan en promedio entre 5 y 10 veces al arco por partido, y los arqueros reciben 45 lanzamientos, y muchas veces un arquero puede establecer la diferencia. Teniendo una buena fase donde ataja varias pelotas seguidas o teniendo un buen momento puede inclinar el partido para su equipo. Lo más importante es tener actitud y mucha cabeza, porque se pasan muchos momentos muy duros. Siempre es bueno complementar con actitud, gritar alguna atajada, con la templanza y la cabeza fría, porque se pasan fases negativas que hay que superar.
¿Qué pros y contras tiene?
Los pros es que tiene muchas acciones y no podés estar tranquilo en ningún momento porque no sos el que toma las decisiones de donde van los lanzamientos, sino que reaccionás ante lo que hace el rival. Entonces vos hacés en función a lo que hace el rival. La parte negativa es que si fallás en una, es gol. No se puede buscar excusa y a sacar del medio.
¿Cómo fue tu etapa desde minis a Liga, y qué recuerdos tenés de aquellas épocas?
Empecé a jugar en infantiles, y me pasaba siempre en mi camada, que un año teníamos equipo muy fuerte, para pelear el campeonato, y al siguiente para estar en mitad de tabla. Pero gracias a eso se daba que podíamos ganar algún título en alguna de las categorías. En infantiles salimos campeones metropolitanos, en menores ganamos un torneo internacional en Córdoba, en cadetes y juveniles salimos campeones bonaerenses. Así que tengo buenos recuerdos de aquella etapa. Por otra parte en juveniles debuté en primera con 17 años, y recuerdo que fue frente a AFALP. Yo iba a ver a mis hermanos que jugaban ese partido, y me llaman a casa desde allá para decirme que el entrenador, ante la falta de un arquero por lesión, les dijo que fuera con el buzo y las zapatillas porque iba a ir al banco de suplentes. En ese partido debuté en Liga B, jugando 3 o 4 minutos, pude atajar un penal, y al siguiente año en el "99" sí jugué y logramos conseguir el ascenso.
¿Qué entrenadores influyeron marcadamente en tu evolución?
Es difícil nombrar a unos pocos, porque desde Ricardo Echeverría que me hizo jugar al handball de alguna forma, pasando por todos los entrenadores que tuve en las inferiores en Polvorines. Pasando por Fernando Capurro que me hizo debutar en Primera, Guillermo Milano, Roberto Casuso, Mara Torres que me llevó a la Selección y me hizo cambiar el chip en mi cabeza para pensar en ser profesional algún día. Jordi Rivera, en su momento, Dady Gallardo, Manolo Cadenas, todos en el ambiente de la Selección. Uno planificaba su carrera en función de la Selección, por eso te nombro a los que tuve en Argentina.
En el exterior tuve la suerte de tener grandes entrenadores como por ejemplo Carlos Ortega, y creo que de todos se aprende. A mí en lo particular, aprendí mas de aquellos entrenadores con los que me costó la convivencia, que con aquellos donde la convivencia fue más simple.
¿Qué diferencias encontraste luego de jugar en diferentes ligas?
Creo que la liga española es la más táctica de las ligas europeas. La francesa es más física que táctica, donde los jugadores tienen que ser fuertes todos, deben ser goleadores todos jueguen en el puesto que fuere. Los entrenadores no se interesan demasiado por centrales que no hagan goles. Eso en España cambia mucho. Suiza se parece bastante a Alemania por el nivel de juego, y porque complementa bien las partes física y táctica. En cuanto a la organización, los espectadores y el espectáculo, Alemania y Francia están un paso más arriba que el resto.
En la Selección has mantenido un buen rendimiento.¿En qué momento sentiste que te habías afianzado?
Probablemente en la etapa que se inició con Dady Gallardo, en 2008. En 2010 comencé a sentirme mas "número puesto" si querés, más titular. Y por ahí en la era Dady fue donde más estabilidad tuve.
Debutaste con el pie derecho con la Selección y el título del Sudamericano 2001. Imagino la emoción de ese primer logro!
En verdad fue un gran logro en ese momento. Debutamos con el Negro García en aquel torneo Sudamericano en Maringá en 2001. Argentina fue con lo mejor, pero los hermanos Canzoniero no pudieron viajar para esa oportunidad. Nosotros nos estábamos preparando para un mundial juniors, y el entrenador Mauricio Torres decidió llevarnos a nosotros, que por suerte nos fue bastante bien, y les pudimos ganar la final a Brasil y quedarnos con el título.
¿Cómo fuiste trabajando mentalmente, objetivos claros, puntuales, a corto plazo.O sueños que iban surgiendo e intentabas alcanzar?
Durante los primeros años iba pensando mas a largo plazo, porque no esperaba a los 20 años estar en el punto más alto de la carrera sino, dar el paso para ser deportista profesional para, a lo mejor a los 27/28 años que empieza el punto de mayor madurez en el arquero, estar en un nivel alto y rendir lo máximo en la Selección y en los clubes. A partir del momento en que uno nota que llega a un nivel alto en lo personal, comienza a ir torneo a torneo, siendo esa etapa entre los 27/28 hasta los 34/35.
Clubes, viajes, Selección, entrenamientos. Mientras tanto tu vida en lo personal y la familia, ¿cómo están compuesta?
La familia es "de fierro", mi mujer sobre todo que hizo toda la aventura europea conmigo. Nos conocimos en la Universidad en su momento en Argentina. Luego de terminar la carrera me vine para Europa, a ella le quedaba un año más. Estuvimos el primer tiempo a distancia, hasta que después se vino conmigo. Tengo 3 hijos, Santiago que nació en Pamplona, España, el más grande. El segundo Marcos que nació en Nantes, Francia. Y el tercero que nació aquí en Suiza, hace 4 meses.
¿Qué fue lo más lindo que te ha dado el handball a todo nivel?
Estuve en un montón de equipos en mi carrera y de todos me he llevado cosas importantes.He podido ganar títulos en Suiza, en Francia. He podido jugar una final europea en Francia. Pero el único equipo que no cambié en los últimos 20 años fue la Selección Argentina y por eso valoro mas lo logrado con la Selección, como poder participar en 8 mundiales adultos, y en 2 Juegos Olímpicos que es lo máximo que hay para un deportista. Un momento muy especial fue la clasificación al primer juego olímpico que se produjo en Guadalajara 2011, ese es el mejor recuerdo que tengo de mi carrera porque venía siendo complicado en los años anteriores. Por ser una posibilidad que se daba cada 4 años y estábamos contra el rival directo que era Brasil, y por fin nos pudimos sacar esa espina y fue un festejo impresionante
¿Te quedaste con las ganas de algo dentro del deporte?
Al día de hoy me quedo con las ganas de estar en Tokyo porque mi objetivo era terminar la carrera allí. Teniendo eso en la cabeza, faltando tan poco tiempo, con el tema del coronavirus, se retrasa un año Tokyo y pasa a ser muy complicado para mí poder estar. En el resto, hay gente que dice que podría haber jugado Champions League, pero a veces uno prioriza jugar en una liga mejor a jugar en un equipo que juega esa competencia, pero es de una liga menor.
¿Seguirás vinculado al handball o emprenderás otro rumbo cuando dejes la actividad?
Termino al final de temporada y seguiré en el club (Pfadi Winterthur) haciendo Management Deportivo, trabajar en la parte Administrativa y de Marketing. Además de seguir con entrenamiento y formación de arqueros del club, que es algo que vengo haciendo desde hace varios años. Así que seguiré 100% dedicado al handball, y con mis hijos que están comenzando a jugar en las categorías más chicas.
¿Un sueño?
Sería ver a mis hijos dentro de una cancha con la misma felicidad que tenía yo cuando jugaba. Verlos en lo posible jugando juntos, sería lindo. Y disfrutando del deporte, de los amigos y del handball.
Gracias y lo mejor Matías!! R.Debeljuh