sábado, 28 de agosto de 2021

ERIC GULL: FENÓMENO JUGADOR Y PERSONA, DE QUILMES AL MUNDO!


-Flaco, cuando te empezaste a convertir en jugador de handball?

Jugador de handball siempre fui, desde que agarré la pelota el primer día. Porque no tiene que ver el nivel con lo que uno siente. O sea, yo quería jugar al handball, a pesar de sentir que era malísimo.

- Cuáles fueron los objetivos en aquellos primeros años juveniles en el club Alemán de Quilmes?

Los primeros años en cadetes y juveniles fueron durísimos porque estudiaba de noche, casi no entrenaba - iba una vez por semana - así que físicamente estaba fuera de estado. 
Era flaquito, alto y no metía un gol, pero al menos tenía un grupo de amigos. 
En juveniles empecé a entrenar un poco mas en serio, porque me pasé a la mañana y comencé a andar mejor. Cada vez le daba mas, mas y mas. Siempre me gustó el handball, pero yendo al colegio de noche se hacía casi imposible.

- A medida que avanzaste en categorías cada vez mas competitivas, fuiste haciendo mayor hincapié en la preparación física. Cómo?

En la parte física mejoré un poco con Cocho (López) y después en la selección, porque fue ahí donde di el salto de calidad. 
Cuando llegué a la selección medía 2,02 metros y pesaba 76 kg. y no levantaba nada, hacía sentadillas con un palo de escobas los primeros días, mas que nada para poder coordinar, porque nunca habíamos trabajado en Quilmes de esa manera. 
Al comienzo me costó horrores, ya que estaba muy lejos del nivel de mis compañeros, pero al entrenar, comer y dormir todos los días, fuí poniéndome a tono.  
Calculá que concentrábamos de lunes a viernes, éramos un grupito que había llevado Enrique Menéndez, y los que podíamos estar durmiendo ahí, nos levantábamos a las 7 de la mañana, hacíamos 10 km, pesas, desayuno, handball, técnica individual. Siesta de padre y señor nuestro, para seguir entrenando fuerte a la noche, cuando llegaban los de la mayor y ahí estábamos los juniors que nos sumamos a la selección.

- En los primeros años de mayores tuviste a Enrique Menéndez, como técnico. Qué cosas aprendiste con él?

Enrique me dio un montón de cosas. Mucho trabajo individual y técnico. 
Fue el tipo que mas estuvo encima mío para que yo pudiese crecer físicamente, que más paciencia me tenía, con los berrinches que me agarraban cuando las cosas no me salían. 
Muchas veces mis compañeros entrenaban para que yo mejorase, hacían entrenamientos específicos para mí, ellos estaban ayudándome, algo fundamental, y eso lo agradezco siempre. 
De Enrique aprendí muchísimo, y como persona es excelente. Es más, gracias a él conseguí irme a Brasil, hacer una prueba en Santa André y entrenar todos los días a tope.

- Cuando sentiste que habías alcanzado la plenitud deportiva?

Hubo varios momentos, te explico: en el 97/98 estaba físicamente hecho un animal. En el Panamericano del "98" era goleador de la Liga Brasilera, pesaba 92 kilos y estaba recontra bien entrenado, todo lo que tiraba era gol (es una manera de decir) estaba muy fino en el lanzamiento, muy fuerte y muy bien de la cabeza. Esa fue una muy buena etapa. 
Después en el 2003, y entre 2004 y 2007 fueron buenos momentos. Sobre el final de mi carrera estaba un poco mas cansado pero con otro estilo de juego.

- Qué técnicos y jugadores te nutrieron en tu carrera?

Técnicos me nutrieron todos. Desde el primero, Cacho Rothmund, que fue quien me llevó a jugar, armaba muy buenos grupos, siempre juntos, la verdad: un fenómeno. 
Luego tuve muy buenos entrenadores, desde Menéndez, también Cocho hizo su parte, después estuve con el cubano Mara, el técnico de Suecia que había sido DT en Japón "97", Edison de Brasil, Pastor, Manolo, uff muchos y de alta calidad. A Talant Dujshevaeb, del Ciudad Real, y en Rusia a Maximov, que llegó a ser 3 veces campeón olímpico. 
Si llegué a ser un buen jugador fue gracias a los grandes entrenadores que tuve y a todo lo que me aportaron y ayudaron.

- Pensaste en dirigir o supervisar un proyecto dentro del handball?

Si pensé en supervisar y lo hice un poquito en Quilmes. En la Selección también me hubiera gustado acompañar, pero para hacerlo bien hay que dedicarle mucho tiempo. 
No se puede estar solo un poquito y esperar que las cosas funcionen. En la Selección sí estuve convidado, pero no tenía el tiempo. 
Cruzar la capital me mataba, me fastidiaba. No podía ser que perdiera 3 hs y media, entre ida y vuelta, y ya tenía mis empresas. 
Había armado SG de Quilmes, ahora también en Solano. Y lógicamente por un tema de familia, a la que priorizo antes de estar lejos de casa.  Cuando fui a la Selección implicó muchas cosas: estar 15 días afuera 5 veces al año, entrenar todas las noches, en el fin de semana por ahí no poder ver a mis hijos. Opté por no seguir ese camino y disfrutar de mi familia.  
Con respecto al proyecto en el club, tenía uno diferente, hacer una base de formación, que está mas o menos armada, pero me hubiera gustado que se avance mucho mas.  La sub-comisión lo está haciendo bien, pero por diferencias de ideas, conceptos, realidades, me di cuenta que no era viable hacerlo y preferí dar un paso al costado. Actualmente estoy viendo otras cosas y disfrutando otro momento de mi vida.

- Qué diferencias encontrás en el juego actual, respecto al de tus comienzos?

Lo noto mucho más rápido y dinámico, tal vez más físico y menos pensante. Mas reactivo, que está bien que pase, los jugadores tienen que decidir como reaccionar a la situación que le ofrece el rival. Muchas fijaciones, mucha presión defensiva. 
Y después las 4 fases de juego simples, o sea la subida y el contraataque deben ser súper rápidas, el retroceso ofensivo es más importante que el contraataque diría. Además los distintos tipos de defensa mejoraron, como se cierra en zona de balón, a los jugadores para que no puedan pasar y decidir tan fácil.  Lo último que ví es la velocidad en el juego.


- Cómo ves la evolución de la Selección?

Bien, bien, bien. Creo que Dady (Gallardo) hizo un trabajo fantástico en su momento, cuando llevó a la Selección a los Juegos Olímpicos por primera vez, y nos llevó a estar bien parados en su último mundial. 
Creo que la llegada de Manolo (Cadenas) le dio otro empuje, otro enfoque. Manolo es muy intenso y eso genera y contagia y lleva, lleva y lleva a un trabajo intenso. Le gusta jugar con gente de talla más potente. 
Hizo un muy buen trabajo. Creo que en los últimos años hemos crecido y tenemos un futuro auspicioso.

Gracias enormes Flaco!! R.D.

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