jueves, 9 de julio de 2020

ENTREVISTA2: LUCAS GREGORI: "RIVER ES COMPETIR EN EL NIVEL MÁS ALTO POSIBLE, SIEMPRE EN FAMILIA Y EN COMPAÑÍA"


1¿Mirás atrás y qué ves en tus comienzos?

Nunca sin algo de nostalgia, recuerdo haber conocido el handball en la escuela. Competir en intercolegiales con mis amigos de toda la vida en la Escuela del Sur, General Roca. Rápidamente el paso a jugar a nivel federativo en el Centro de Educación Física 33 y simultáneamente competir todos los fines de semana en una liga municipal.

Abandoné el tenis, deporte en el que competía a un cierto nivel pero me enamoré de las sensaciones que me producía participar de algo colectivamente más grande que mí mismo. Mirar atrás es reconfirmar cada vez que preservar el handball en mi vida ha sido de lo más bonito que me ha pasado.

Llegar a River en el momento en que vine a Buenos Aires a estudiar significó por supuesto un cambio muy grande en lo deportivo, la necesidad de abrir la cabeza para poder incorporar todo lo novedoso, pero al mismo tiempo el ambiente familiar y comunitario del club hizo que el handball mantuviera en mi vida la contención y el cariño que brindan los deportes amateur.

 2. ¿Has hecho amigos o grandes compañeros?

Sin duda, algunos cuyo vínculo todavía conservo muy estrechamente aún de ya no competir juntos. Otras amistades indudablemente fuertes y cercanas que resultaron circunstanciales pero que al reencontrarnos siempre hay anécdotas y recuerdos que alegran el momento, como los chicos del interior con los que compartimos tiempo en River o mismo amigos de Capital sea River o Platense que en cada reencuentro siempre hay un fuerte abrazo de por medio.

De las tres temporadas que tuve el gusto de compartir jugando en Italia conservo aun hoy muchos amigos y amigas que son fruto pura y exclusivamente del carácter social del handball.

3. ¿Quiénes han sido los jugadores de los que has aprendido?

 El “Mono”, el pivote de los mayores de General Roca, era sumamente inteligente para ocupar los espacios.

Después en River admiración por mis pares como Berni Roberts o Brian Cerda aparte de su gran físico tenían un talento increíble. Los más grandes, ese equipo que ganó todo lo que jugó desde 2008 a 2011 que fue mi primera etapa en el club eran no solo grandes jugadores sino tipos que a pesar de tener cualquier cantidad de títulos en sus espaldas se manejaban con los más chicos con una humildad increíble. En particular el Tano Platti, Pancho Schiaffino o Figu Portomeñe porque se desempeñaban en mi puesto, pero los tres Gallegos destilaban magia, los hermanos Portela, Banchi, Fede Tritto, Seba Fraguas, gente que hacia no solo fructífero todo tiempo compartido sino muy disfrutable también. Hoy aprendo a diario de Mati Lima y de todo un grupo de jugadores que de manera colectiva dan todo el tiempo razones para seguir practicando el deporte.

4. ¿Profes o técnicos referentes?

Todos los entrenadores dejan una marca en sus jugadores, la mayoría gente con ganas de transmitir algo a través de la docencia, el handball no es sin pasión.

Mi primer profe de educación física, Cesar es un tipo que no puede esconder su amor por la vida en general y el deporte en particular. De parte de Cesar fue que Dady Gallardo fue a la ciudad a dar una clínica, cuya frutilla del postre fue su invitación a participar de procesos selectivos nacionales y entrenar en River.

Dady es una institución “per se”, sin dudas el entrenador con el mejor ojo para detectar que es lo que funciona y qué no en un partido. Una gran precisión a la hora de dar una indicación y un gran sentido del humor.

El Roña que me tuvo en Juniors y Liga es la persona más "enfermamente" apasionada por el deporte que conozco. En particular y a nivel personal, siempre cuento una anécdota con él, que trataré de abreviar un poco. En 2010 me encontraba en un pozo depresivo por dificultades con la carrera que estudiaba y había dejado de ir a entrenar tres o cuatro meses. Inolvidable que el día que el equipo iba a salir campeón, me depertó a los telefonazos, me pasó a buscar y me llevó al partido.

En selecciones tuve la suerte de contar con la confianza de Guille Milano que confío en mí para una selección junior. En Italia tipos entrañables con los que aún hoy cruzo algunas llamadas.



5. ¿Qué mejorarías en tu juego?

Me gustaría siempre exigir al físico un poco más, a veces se hace difícil con el trabajo, los amigos, la pareja sostener la disciplina que te lleva a mejores resultados.

De la misma manera me gustaría estar más veloz física y mentalmente, hoy el juego es sumamente dinámico lleno de situaciones que hay que resolver en cuestión de segundos. Por último y no menos importante, creo que la concentración al momento de competir es de suma relevancia, el “Mindsetting” le llaman los profesionales es crucial al punto que podemos pasar de tener el mejor partido de nuestras vidas al peor en una sola pelota.

6. ¿Qué tiene que tener un buen pivote?

Habría que preguntarle a algún pivote, je. No lo sé, pensar el puesto del pivote remite quizás solo al rol ofensivo y hoy por hoy hay pocos pivotes que hagan solo esa tarea, porque son los que hacen la diferencia. Sin embargo, lo que no puede faltarle a un pivote es el manejo de su propio cuerpo a la perfección, coordinación, lectura de juego, paciencia y picardía. Por suerte hay compañeros en el club que cuentan con muchas de esas características.

7. ¿Cuáles fueron tus momentos más recordados en tu carrera?

El Panamericano de Clubes 2011 con River fue un gran momento no solo deportivo sino una de las experiencias más divertidas de mi vida. El mundial junior de Grecia 2011 también fue inolvidable. Mis tres idas y venidas de Italia marcaron un antes y un después en mi vida, cada una de ellas.

8. ¿Con que compañero te gustaría volver a jugar?

No lo sé, armaría un equipo con una lista de buena fe de 200 personas. Elegir así rápidamente sería volver a mi etapa de juniors en River, jugar con Moncho Pérez, Brian Cerda, Berni Roberts, Nahuel Dacri, Santi Romero y toda esa banda. Volver a jugar con un amigo argentino que hice en Italia, Alexis Marzocchini o con mis amigos de toda la vida de General Roca con los que por suerte de vez en cuando se arma algún torneo relámpago y me sumo.

9. ¿River es sinónimo de calidad, formación o familia?

Es imposible adjetivar con una sola palabra lo que significa River. Es todo lo que uno quiera verle. Las personas que lo hacen posible son capaces, idóneas y cálidas, desde Dady a la cabeza pasando por todo el organigrama institucional hasta los chicos y chicas que practican el deporte, padres y madres.

Todo el staff hace su trabajo con un compromiso enorme, el Negro Cazón que en su manera particular logra cohesionar los grupos desde su “mística”, Pablo Cattone, Eduardo Cozzi, Dottori padre e hijo, Santi Romero.

Desde la pata familiar pienso en el Tano Giovagnola y recuerdo a Adriana Oppezzo Vera, una madre sumamente comprometida, es quizás resumir el rol social que ejerce el club en nuestras vidas. River es competir en el nivel más alto posible siempre en familia y en compañía.

10. ¿Tres jugadores con los que te identifiques en tu puesto?

Bertrand Gille, no era gigante y hacia la diferencia.

Gonzalo Carou es talento, continuidad y deconstrucción constante.

Ludovic Fabregas hoy por hoy es de los que más disfruto ver en televisión.

11. ¿Tu sueño en el handball es?

Podría decir que de alguna manera el handball excede la categoría de sueño, por supuesto que hay anhelos o fantasías de ganar títulos, competir de la mejor manera, volver al circuito de nacionales y panamericanos con River. Pero ponerlo en esos términos sería negar una realidad efectiva que es un disfrute constante en mi vida, un sueño es disfrutar esto, evento tras evento con la intensidad con la que he vuelto a vivirlo desde mi vuelta a River.

Gracias enormes Lucas!! Ric.Debeljuh.


No hay comentarios: